domingo, 14 de junio de 2009

LA HIPOCRESIA MEDIADA

El lunes de la semana pasada sonó el teléfono en mi hogar y atendí, como todas las noches, creyendo que sería algún familiar. Me quedé dura, quien estaba del otro lado no era una persona sino una máquina que estaba decidida a encuestarme… a encuestarme sobre los políticos y su relación con Gran Cuñado, la sátira sobre Gran Hermano que se lleva a cabo en el programa de Marcelo Tinelli con los “dobles” de los políticos y líderes de opinión del momento.

El cuestionario interrogaba desde que influencia creía uno que tenía el programa hasta a quién se iba a votar en las próximas elecciones. Quizás porque soy muy moralista, nunca respondo esa pregunta porque sigo creyendo que el voto es secreto; y aunque mis datos no queden relacionados con la respuesta, no me interesa comentarlo con nadie. Me despedí, finalmente, de la grabación y me fui a dormir creyendo que ya todo había acabado.

Sin embargo, para mi sorpresa, ese era sólo el comienzo. Hoy, me levanté y como siempre tomé el Diario Clarín para leer las novedades… En la página 6, me encontré con el siguiente título:

Eran los resultados de la encuesta… Aquellas respuestas que yo y otras 999 personas le habíamos brindado a la señorita grabada. En la nota se comentaba que el estudio lo había realizado la consultora Ibarómetro en Capital Federal los días 6, 7 y 8 de junio; y además del dato del titular, se hacía hincapié en que el 30,5 dijo que Marcelo Tinelli beneficiaba a algunos políticos por arreglos económicos y que “dos de cada tres consultados dijeron mirar con regularidad” el programa. Se hablaba del “efecto Gran Cuñado”.

En todo, había algo que me hacía ruido…Lo primero que pensé fue que la encuesta pudo haber tenido algún sesgo, porque sólo podían responder aquellos que tenían teléfono… después, pensándolo mejor recapacité en que pueden refutarme diciendo que toda o la mayoría de la gente en Capital tiene al menos uno.

Luego, me quedé observando el título. Denotaba un tono de sorpresa por parte del medio: “Créase o no”, como si fuese algo irreal lo que estaban dando a conocer. ¿De qué se sorprende el Sr. Clarín? Realmente habría que agradecer que sólo el 15% se sienta influido. Deberían ser más; y no porque crea que los medios tengan algún tipo de influencia, sino porque este tipo de rasgo, el superficial, el que se muestra en “Gran Cuñado” es el único que se da a conocer de los políticos. Es claro que los candidatos tienen gran parte de culpa en todo esto… pero debemos aceptar que los medios masivos de comunicación, también son un gran complemento en esta realidad.

Hace tiempo que los distintos diarios de Buenos Aires no muestran más que datos banales sobre quienes luego representaran a los argentinos en el ámbito interno y externo. Para no basarme sólo en palabras, me voy a referir a los hechos, que son indiscutibles. Y que quede claro, aquí los involucrados son muchos, no sólo el señor del clarinete.
En las elecciones de 2003, 2005 y 2007, era posible encontrar lo siguientes titulares:



¿Qué es lo que pasa en la actualidad, a 14 días de las elecciones?


Entonces, ¿de qué nos quejamos? Hace tiempo que la política se mediatizó y en consecuencia, dejó de ser lo que era en su esencia.

¿Dónde están aquellas plataformas electorales que los candidatos solían presentar y que los medios reproducían? Reflexione un momento… ¿sabe usted qué planes tienen quienes se postulan? ¿Sabe qué ideas defienden y cuáles no? ¿Qué recuerda más, los chistes del doble de “Gran Cuñado” o las intenciones del verdadero?

Sinceramente, lo que me sorprende es que sean tan pocos los que se vean influidos por Gran Cuñado ante la falta de propuestas.- MAZA

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